martes, 2 de diciembre de 2008

La conjuntivitis.


La conjuntivitis es la inflamación acompañada de enrojecimiento y secreción de la membrana ocular, causando incomodidad, dolor y picor al parpadear en los ojos de los niños y bebés.

Causas de la conjuntivitis en los niños y bebés

La conjuntivitis puede ser causada por un virus, una bacteria, o por una reacción alérgica. La infecciosa (por bacteria) es muy contagiosa. Si comienza por un ojo seguramente infectará al otro. Y es purulenta. En cambio las virales y las alérgicas presentan poca secreción. Producen lágrimas claras y acuosas y párpados hinchados.

Tratamiento de la conjuntivitis en los niños y bebés

Hay que consultar siempre al pediatra. En caso de infección, él le recetará un antibiótico o un colirio. En los otros casos se tratará usando colirios antinflamatorios y antihistamínicos. Enjuagar el ojo con suero fisiológico y, para evitar contagios, no se debe compartir toallas de la persona afectada de conjuntivitis.

¿Cuáles son los hallazgos más frecuentes de la conjuntivitis?

El hallazgo más frecuente es el enrojecimiento de la conjuntiva, especialmente en los bordes de los ojos. Se acompaña de un aumento de la secreción (el niño se levanta con el ojo pegado). A veces, puede producir molestias en el ojo pero en general, muy leves. Es muy frecuente que además de la conjuntivitis, el niño presente síntomas catarrales como tos y mocos.

La conjuntivitis provocada por infecciones, virus y bacterias, es más frecuente en los meses de invierno.

En la conjuntivitis alérgica el síntoma más llamativo es el picor de ojos. La conjuntiva se encuentra enrojecida e hinchada y a veces se aprecian a siempre vista bolsas llenas de líquido). La conjuntivitis alérgica es más frecuente en niños mayores, con antecedentes de otras enfermedades alérgicas como el asma, y aparecen sobre todo en primavera y otoño.


A continuación les dejamos un enlace en el que se podrán informar
de un buen "arma" contra la conjuntivitis, descubran vosotros mismos de qué "arma" se trata:

http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=987806

Meningitis

Meningitis en los niños y bebés

Enfermedad La meningitis es la inflamación de las meninges (membranas que recubren el cerebro y la médula espinal) secundaria a una infección. Es una infección grave del Sistema Nervioso Central, pudiendo poner en peligro la vida del niño o dejar secuelas (sordera, etc).

Síntomas y causas de la meningitis en niño y bebés

En los niños pequeños los síntomas son: fiebre, rechazo del alimento, irritabilidad, somnolencia, vómitos, mientras en los niños mayores suelen tener cefalea intensa, molestia ocular, además de irritabilidad, somnolencia y vómitos. Se observan convulsiones en un 40% de los casos.

La meningitis es causada por una bacteria que se propaga al cerebro del niño través de la sangre. El niño puede adquirir la enfermedad después de haber tenido una infección en otra parte del cuerpo, como en el oído, la nariz o la garganta. Puede también adquirirla después de sufrir una lesión en la cabeza. Estas bacterias pueden contagiarse de una persona a otra. Cuánto a la otra meningitis, distintos virus pueden causarla. Los virus más comunes entran a través de la boca, se multiplican en el cuerpo y se eliminan a través de los excrementos. Las manos sucias pueden llevar el virus y pasarlo a otra persona. Los virus que causan meningitis aséptica pueden ser transmitidos hasta semanas después de pasada la infección.

Tratamiento de la meningitis en niño y bebés

La vacunación es muy importante para prevenir esta seria infección, sobre todo en los niños menores de 2 años. Todo niño en el que se sospeche meningitis deberá ser sometido a un procedimiento denominado Punción Lumbar del cual se obtiene el Líquido Cefalorraquideo el cual se encuentra entre las membranas o meninges y es el encargado de nutrir a los componentes del Sistema Nervioso Central (cerebro, cerebelo, bulbo, médula espinal). De esta forma se llega a hacer el diagnóstico, establecer la etiología Bacteriana o Viral, según las características químicas y cultivo de dicho líquido. Una vez obtenido el mismo se deberá comenzar con el tratamiento antibiótico adecuado lo más pronto posible para evitar complicaciones y secuelas posteriores. Se deberán realizar medidas profilácticas en los contactos cercanos según el tipo de germen encontrado.